Sala visitada en Noviembre 2018
En 1924 algo terrible sucedió en el Internado de San Patricio. Dos niños desaparecieron sin dejar rastro. Nunca más se supo de ellos. Es hora de conocer la verdad.
Estamos antes una sala de miedo, y recomendamos encarecidamente elegir esta modalidad, pero si no os atrevéis podéis elegir el modo de juego normal.
Llegamos a esta sala después de un día de esos en los que te llevas una decepción tras otra, pero a veces lo mejor te espera al final del camino. Esta sala empezó a cautivarnos poco a poco. La intro inicial, a priori, no parecía que nos fuese a impresionar, pero poco a poco nos fue enganchando hasta que en el momento de entrar en la sala ya estábamos con los nervios a flor de piel. Genial el trabajo que hace el GM en esta sala.
Una vez dentro, la sala está perfectamente ambientada. Empiezas a creerte la historia que te han contado y empiezas a notar los latidos de tu corazón mientras te vas enfrentando a un juego detrás de otro, y por supuesto vas vigilando por encima de tu hombro.
Los juegos están perfectamente enlazados con la temática de la sala y aprovechan el entorno en el que os moveréis. Los juegos son variados y además permiten dividirse el trabajo, aunque no suele ser una buena idea en una sala de miedo…
El nivel de terror no es exageradamente alto, te dejan jugar pero te mantienen en tensión lo suficiente para que no te sea nada fácil pensar. Pero lo malo es que vais a necesitar pensar, así que templad vuestros nervios, porque los juegos van a requerir que uséis todas vuestras neuronas.
El número de jugadores adecuado es muy relativo, cada grupo es un mundo y reacciona al terror de manera diferente, pero creemos que el número máximo de jugadores debería ser 4. Con ese número estaréis cómodos en todas las estancias.
Es una sala muy cuidada, a cada paso aumenta la tensión y la experiencia se intensifica. Seguramente os llevaréis a casa grandes momentos que recordar, y a lo mejor esa noche dormís con una lucecita encendida por si acaso….
En resumen, una sala de las que te dejan un gran recuerdo. Con una ambientación muy cuidada, unos juegos que sorprenden y con un buen nivel de dificultad, cosa que no suele ser habitual en una sala de terror. Y si encima le sumamos que tiene momentos memorables, tenemos la receta para una de las mejores salas que hemos jugado.
Lo que más me ha gustado: El nivel de los juegos y el equilibrio de terror que tiene la sala. La ambientación y el como la historia te va calando.
Lo que se podría mejorar: Pues que te quedas con ganas de jugar una segunda parte.
Enlace a web de la sala: The X-Door Valencia